Hoy en día, son muchos los agricultores que emplean el abono orgánico para sus cultivos. Incluso, cada vez más particulares lo usan para sus jardines por el número de beneficios que ofrece. La creciente preocupación por el cuidado del medioambiente ha dado lugar a buscar fórmulas más sostenibles que no dañen el ecosistema. Veamos en qué consiste esta opción y por qué te interesa considerarla.
Qué es el abono orgánico
Actualmente, existen distintos tipos de fertilizantes, pero el abono orgánico se distingue por estar compuesto de materiales provenientes de la descomposición de residuos de origen animal, vegetal o microorganismos. Sus propiedades enriquecen la fertilidad del suelo, aportando los nutrientes esenciales que estimulan la actividad microbiana y mejoran la calidad de la tierra.
Tipos de abonos orgánicos más comunes
A la hora de escoger el mejor fertilizante para tu explotación agraria o un cultivo específico, es conveniente saber qué tipos de abonos orgánicos existen. A continuación, te mostramos cuáles son según su origen y los más habituales dentro de su categoría.
Abonos de origen animal
Estos fertilizantes, que provienen de los desechos animales, son bastante ricos en nitrógeno y fósforo, así como en otros minerales esenciales para el correcto crecimiento y desarrollo de las plantas.
Dentro de las posibles opciones disponibles, dispones del estiércol, uno de los más utilizados por sus microorganismos beneficiosos. Aunque también se emplea el guano, excremento de las aves marinas, para cultivos exigentes, o la harina de huesos de animales.
Abonos de origen vegetal
Es lógico tener dudas y preguntarse cuál es el mejor abono orgánico. Por eso, seguimos ofreciendo otras opciones que pueden ayudarte en esta elección. Los abonos de origen vegetal también tienen una alta demanda por sus magníficas propiedades.
Entre los más destacados se encuentra el compost, procedente de restos de frutas, verduras u hojas secas. Asimismo, las cenizas de la madera, una fuente natural de potasio y calcio, y los abonos verdes, no solo aportan los nutrientes esenciales, sino que equilibran el pH del suelo.
Otros abonos orgánicos
Por último, tenemos otras variedades de abonos que se obtienen a través de diferentes procesos biológicos. Las lombrices, algunos microorganismos o agentes naturales transforman la materia orgánica en un fertilizante rico en nutrientes.
En esta clasificación se incluyen el hummus de lombriz, los extractos de algas, la harina de semillas o el biol, entre los más comunes. Cualquiera de estas opciones es recomendable, pero la elección dependerá del tipo de cultivo y las necesidades del suelo.
Beneficios de utilizar abono orgánico en los cultivos
Una vez que ya tenemos claro qué es y para qué sirve el abono orgánico, veamos cada uno de sus beneficios. Esto te hará comprender por qué es una de las mejores elecciones que puedes hacer si eres partidario de la agricultura sostenible.
- Mejora la fertilidad del suelo. Una de las mayores ventajas es que aporta los nutrientes esenciales que necesitan las plantas para su crecimiento.
- Retiene mejor la humedad. También ayuda a conservar la humedad de un terreno, lo que es ideal para combatir la sequía, además de reducir las necesidades de riego.
- Contribuye a la sostenibilidad. Se evita el uso de fertilizantes químicos, que como bien sabes, son altamente dañinos para el medioambiente.
- Favorece la estructura del suelo. Otro de sus beneficios es que mejora la aireación del suelo, previniendo su compactación para un crecimiento saludable de las raíces.
El abono orgánico es muy recomendable por sus propiedades y características únicas. Si quieres obtener un producto de calidad, no dejes de echar un vistazo a las mejores maquinarias y herramientas para dicho cultivo. En nuestro catálogo encontrarás una amplia variedad de opciones para todas las necesidades. Si tienes dudas, en GRUPO SESLA contamos con un equipo altamente comprometido que te ofrecerá la mejor solución.