Una arqueta sifónica atascada es un problema recurrente, de manera que es una de las intervenciones que más se hacen en las empresas especializadas en realizar desatranques, las cuales se sirven del material que vendemos.

En ocasiones, la limpieza de arquetas es muy sencilla y se puede hacer de manera manual, pero no es lo habitual y por eso hay que emplear otros métodos como el agua a presión.

Causas por las que se puede atascar una arqueta sifónica

La arqueta sifónica recoge los desagües de los edificios, de manera que las causas por las que se atascan son múltiples.

Acumulación de lodos y sedimentos

Uno de los problemas más comunes es este. Con el paso del tiempo, los sedimentos que llevan las aguas residuales van precipitando, decantándose, quedando en el fondo hasta que su nivel sube y tapan la salida de la arqueta.

Llegan objetos extraños que bloquean la circulación del agua

A veces, más de las que pensamos, estas arquetas terminan atascadas debido a que hasta ellas llegan toallitas desechables, plásticos, basura, o cualquier clase de objeto procedente de lavadoras, tazas del váter, etc.

No se deben tirar este tipo de productos, pero a veces se hace y terminan en las arquetas, taponándolas e impidiendo que el agua llegue a ellas o que salga de estas.

Las raíces de los árboles las bloquean

Los árboles necesitan humedad y por eso sus raíces la buscan. De este modo, no es raro que terminen por meterse en las arquetas, donde además pueden obtener una enorme cantidad de nutrientes.

Tanto es así, que a veces las terminan por colmatar hasta tal punto que el agua ya no puede circular por las arquetas, de manera que hay que desatascarlas.

Pueden colapsar

Otra de las causas por las que nos encontramos la arqueta atascada es que esta colapse. No es común, pero cuando ya tienen algunas décadas a sus espaldas pueden hundirse y entonces los cascotes las rellenan, por lo que el agua no discurre por ella.

Cómo se desatasca una arqueta sifónica

Hay varias maneras de desatascar una arqueta sifónica, las cuales dependen del tipo de atasco.

Si la causa son los lodos o las raíces de los árboles, se hace de manera manual. Con unas tijeras en el caso de las raíces y con herramientas sencillas de albañilería se puede dejar la arqueta lista en unas horas.

Cuando se han introducido objetos extraños, la cosa se complica. Aquí habrá que emplear nuestras toberas para trabajos de alcantarillado, acompañadas de una bancada autónoma que aporte presión al agua.

Con ello, se consigue que esos objetos extraños se fragmenten y lleguen a la tubería general, en donde ya se moverán sin problemas.

No es raro encontrarse con una arqueta sifónica atascada. Hay que mantenerlas, limpiándolas cada cierto tiempo con el fin de prevenir los taponamientos, e incluso ir haciendo pequeños arreglos con los cuales se evita que colapsen con el paso de los años, a la vez que se usa el agua a presión con el fin de limpiarlas a fondo.