Quienes trabajan en el sector agrícola saben que sus más importantes aliados para elevar la calidad y la cantidad de sus materias primas son los equipos de fumigación y los herbicidas.

En las últimas décadas, han aparecido diferentes tipos de herbicidas que han elevado la efectividad de los tratamientos anti malas hierbas y que permite que los productos cultivados crezcan mucho más sanos y lúcidos.

Quienes se adentran por primera vez en el cultivo profesional o particular de sus tierras deben saber qué es un herbicida y cómo se pueden aplicar los distintos tipos que existen para obtener todos estos beneficios sin perjudicar la tierra o las plantas sembradas.

Qué es un herbicida

Un herbicida es un producto químico que se utiliza en el ámbito de la agricultura para controlar el crecimiento de plantas indeseadas dentro de la explotación. También resultan muy útiles a la hora de eliminar aquellos brotes que ya han aparecido y que, de algún modo, pueden ser negativos para el cultivo que verdaderamente se está trabajando.

Junto con las plagas, las llamadas malas hierbas son las principales enemigas de las cosechas. Su aparición puede suponer la reducción de los frutos o el crecimiento insuficiente de las plantas. Y es que estas presencias indeseadas quitan luz, espacio y agua a las que verdaderamente importan para el agricultor.

La consecuencia directa de esto es que se incrementan los costes y se reducen las ganancias. Se podría decir que no tratar la tierra con los herbicidas más potentes puede suponer un doble castigo para el agricultor.

Qué tipos de herbicidas hay

Los herbicidas se pueden clasificar de diferentes formas: por su tipo de acción, por la fórmula de aplicación o por el momento en el que se deben echar a la tierra.

Herbicidas por su tipo de acción

En este punto, hablamos de herbicidas de acción total o herbicidas de uso selectivo.

  • Herbicida de uso total: el fitosanitario ayuda a controlar el crecimiento de todas las malas hierbas, sin ningún tipo de filtro. Son muy efectivos, sobre todo cuando se busca limpiar un terreno totalmente.
  • Herbicida de uso selectivo: atacarán a un tipo de mala hierba en concreto. Será interesante recurrir a ellos cuando se quiere atacar a la aparición de una planta en concreto, sin perjudicar, por ejemplo, a algo que sí se ha sembrado de manera consciente.

Herbicidas por la fórmula de aplicación

En este caso concreto, se distinguen los herbicidas residuales y herbicidas foliares.

  • Herbicidas residuales: trabajan a nivel de la raíz, sobre todo en el caso de las plantaciones de frutales. Son muy efectivos para evitar el crecimiento de nuevas malas hierbas.
  • Herbicidas foliares: se aplican a la zona de las hojas y tallos. Los más interesantes son los conocidos como herbicidas sistémicos, funcionan porque las plantas absorben el fitosanitario y lo llevan hasta la raíz, haciendo que la planta muera de manera inmediata.

Herbicidas presiembra y postsiembra

En este caso, la principal diferencia deriva del momento en el que el producto se utiliza. Si es antes de sembrar el cultivo para limpiar bien la tierra, hablamos de herbicidas presiembra. En el caso de que la actuación deba realizarse con los árboles o las verduras ya plantadas, entonces se considera postsiembra.

Más allá de los diferentes tipos de herbicidas que existen, conviene también tener en cuenta que una maquinaria agrícola profesional siempre hará que los resultados del trabajo con estos fitosanitarios sean más efectivos. En Grupo Sesla ofrecemos asesoría a todos los profesionales del campo que deseen estudiar los métodos y estructuras más novedosos del momento.